martes, 21 de mayo de 2013

¿ QUIÉNES SOMOS?


CAROLINA MESA TRUJILLO
MARÌA ALEJANDRA HERRERA LONDOÑO
JUAN DAVID ROLDAN ISAZA

Jóvenes interesados en profundizar en el campo del saber, contemplando que con pequeños proyectos se puede triunfar en cualquier ámbito y hacer un aporte no solo a nuestro conocimiento, sino también a la mejora de una sociedad.


¿Cómo se desarrolla el arte popular, tomando como referente la imagen de la Catrina, por medio del reciclaje como innovación?




En un mundo como el de  hoy,  donde la fachada vale más que lo que hay detrás de ella, la riqueza sustituye a los valores de una nación y la esencia de la persona no se mide por lo que es, sino por lo que se pose;  la catrina se transforma en un arquetipo para hacer una representación metafórica de dichas superficialidades que oprimen la vida y que poco a poco se convierten en una verdadera forma de muerte, por esta razón se busca rescatar el meritorio significado de la obra de Rivera, y mostrar la justa burla de aquellos que viven de aparentar, los que están muertos de  alma pero siguen vivos de cuerpo y que quizás la mayoría han malinterpretado su naturaleza. 



la Catrina se ha convertido en imagen mexicana por excelencia sobre la muerte, es cada vez más común verla plasmada como parte de la celebraciones de día de muertos a lo largo de todo el país, incluso  ha traspasado la imagen bidimensional y se ha convertido en el motivo para la creación de artesanías, piezas de barro u otros materiales, las cuales dependiendo de una región pueden variar un poco en su vestimenta e incluso su famoso sombrero pero que de igual forma se les ha llamado Catrinas  http://www.youtube.com/watch?v=SmUs-aTiV-0

ANTECEDENTES TEÒRICOS


En las célebres palabras de Curland David (1998) con su prestigiosa obra literaria “la catrina”, se refleja ese imaginario colectivo mexicano, las celebraciones anuales destinadas a los muertos representan un momento privilegiado de encuentro no sólo de los hombres con sus antepasados, sino también de los integrantes de la propia comunidad entre ellos.

A su vez, el trabajo de ORTEGA, Néstor Damián, (2010-12) sobre la creación de José Guadalupe Posada, y el gran aporte de Diego Rivera para transformar a la catrina como signo de la cultura mexicana, demostró que esta diversidad de prácticas y creencias pone de manifiesto un amplio horizonte de concepciones que se ha enriquecido a lo largo de los siglos, tanto con las aportaciones de más de 60 grupos indígenas que tienen y han tenido presencia ininterrumpida en casi todas las regiones de la nación, como con aquellas aportaciones provenientes de las culturas africanas, asiáticas y europeas y que han dejado su impronta en México.

En medio de la angustia de la muerte, ve su consuelo en la idea de la sobrevivencia: el trascender, lo que estimuló al humano a crear imaginarios y tradiciones que explicaran su propia razón de ser, su procedencia y su destino, la prolongación eterna de la existencia. Elías menciona que, “sólo una creencia muy fuerte en la propia inmortalidad, permite eludir tanto la angustia de culpabilidad vinculada con el deseo de muerte como la angustia por el castigo de las propias faltas”[1], lo que evidencia que cada cultura ha desarrollado diversas concepciones de lo que se supone que existe después de la muerte, a lo que se le ha denominado “escatología, que se puede traducir como la ciencia de lo que trasciende a la existencia terrenal.”[2] La materia prima con que trabaja esta disciplina procede principalmente de las religiones, pero también de las leyendas y las mitologías.

Es por mencionadas razones que el concurrente trabajo pasa de ser una repetición de escritos y ponencias anteriores, a una compilación de ideas para consolidar un fundamento en el que la muerte representada por la catrina y sus diferentes referentes que la “re-contextualizan”, no solo la convierten en un evento simbolizado, sino que esta deja de ser fin, límite intraspasable, para ser frontera y umbral, formando parte de los sistemas de códigos restrictos y elaborados necesarios para la cohesión de los grupos y la representación de las cosas del universo, así como del sino de su existencia. Estos códigos son los rituales y la lengua. La cohesión de una sociedad está mediada por la interacción de una red de conexiones o experiencias en conjunto, si la presente investigación da a conocer todo lo citado líneas atrás, a partir de la libre comunicación y aceptación de las normas y reglas existentes dentro de una comunidad por los miembros que la conforman, es posible constituir nuevos códigos que expresan el sentido del vivir y de la concepción de la muerte y de la apropiación y admiración a la catrina para no temerla  porque según se demuestra en el libro de los enunciados, “La muerte no es misterio temible. Tú y yo la conocemos bien. No tiene secretos que pueda conservar para turbar el sueño del hombre bueno. No apartes tu cara de la muerte. No temas que te prive de la respiración. No le temas, no es tu amo, que se abalance sobre ti, más y más veloz. No es tu amo, sino el servidor de tu Hacedor, de lo que o quien creó la muerte y te creó y es el único misterio.[3]





JUSTIFICACIÓN DEL BLOG


el presente trabajo pretende complementar el campo de los tradicionales estudios del icono e imagen social “la catrina”, donde no solo se da a conocer la transformación de ésta a través de la hibridación en el arte popular mexicano y sus novedosas formas de manifestación, como suelen publicarlos los diversos análisis de la imagen en cuestión, sino también plasmar en todos  aquellos lectores la ejemplar cultura mexicana y la concepción que se tiene de la vida y de la muerte, para así, persuadirlos de que el temor a ella, es un completo acto de negación a la vida , porque según afirma Octavio Paz, “El culto a la vida, si de verdad es profundo y total, es también culto a la muerte. Ambas son inseparables. Una civilización que niega a la muerte acaba por negar a  la vida.”

OBJETIVOS DEL BLOG



Objetivo General: Indagar la transformación de "la Catrina", reconocida como ícono cultural a través de la hibridación en el arte popular Mexicano 

Objetivos específicos: 
  •  Dar cuenta de cómo la Catrina ha sido re-actualizada por los artistas, según su imaginario de la vida y la muerte
  •  Caracterizar la Catrina en el arte popular, a través del uso de catálogos de bienales internacionales.
  • Establecer comparaciones entre la imagen original de la Catrina con sus diversas modificaciones a lo largo de los años y su impacto en México
  • Identificar algunas fuentes teóricas que evidencien la "innovación" en la imagen de la Catrina y analizar en ella su origen, significado, referentes y el cómo su homenaje se ha convertido en un fenómeno representativo para la cultura popular mexicana.
  • Socializar los hallazgos teóricos y empíricos de la investigación y demostrar el otro sentido con el que puede ser percibida la muerte y no como comúnmente se conoce.

RESEÑA HISTÒRICA

En el siglo XIX y principios del XX, durante los gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz, los dibujos de cráneos y esqueletos acompañados de textos que criticaban de forma burlona la situación del país, así como a las clases privilegiadas, se volvieron populares entre la población y se empezaron a reproducir en periódicos llamados de combate


Calaveras fumando, bebiendo, en fiestas, ricas o pobres, todas retrataban los errores políticos y la sociedad, así nació La Catrina, personaje que fue bautizado originalmente como La Calavera Garbancera. Su primer nombre surgió cuando Guadalupe Posada realizó un grabado en metal para criticar a quienes eran conocidos precisamente como garbanceros, es decir, personas que teniendo sangre indígena pretendían ser europeos, renegando así de sus raíces y de su cultura.
La calavera de Posada no tenía ropa, sólo un sombrero, así, el autor criticó a aquellos que querían aparentar un estilo de vida que no les correspondía.
 La obra de este ilustrador influyó en artistas como Diego Rivera, quien le dio a La Catrina el nombre y la forma con que hoy se le conoce, pues fue el primero en pintarla vestida dentro de su mural “Sueño de una tarde dominical” en la Alameda Central, arropada como una dama elegante, con un estilo clásico de la aristocracia de fines del siglo XIX y principios del XX.

El nombre de Catrina, proviene de la palabra ‘catrín’, sinónimo de elegante, distinguido, bien vestido, fino, sofisticado y otros adjetivos con que el pueblo denominaba a las clases privilegiadas de entonces.

Fue hace más de 35 años cuando el escultor Juan Torres creó a la primer Catrina tridimensional de barro al interior de un humilde taller en la tenencia de Capula. El artista moreliano afirma que su llegada a la comunidad significó un reencuentro consigo mismo, pero que nunca pensó que la aportación de su obra sería también la evolución de la propia identidad de la comunidad. Por este motivo, los alfareros de Capula, quienes encontraron en la Catrina de barro una figura icónica, presente en las obras, festejos y verbenas, dieron a conocer su representación ante el mundo y a su vez, la convirtieron en nueva forma de generar ingresos para los artesanos.

Sylvia Ji es a la vez contemplativa, espiritual, enigmática, pero caprichosamente divertida   artista, que a la par con Juan Torres, la belleza que emerge como la característica que define su arte refleja una extensión de sí misma, un reconocimiento apasionado de simple placer estético que  fusionó con el tema íntimamente complejo de la catrina y con  la cultura que se vive en México



Con el paso del tiempo, la catrina se ha convertido al ojo del folklore mexicano como la representante de la muerte especialmente para la celebración del día de los difuntos.  Es parte de la cultura mexicana burlarse de las seriedades, y el día de muertos es el mejor ejemplo de esto. Para dicha celebración se puede encontrar a la catrina con distintos atuendos dependiendo del lugar en que se encuentre y del difunto a quien se esté homenajeando. Por ejemplo, en un altar de muertos de una maestra, probablemente se encontrará a la Catrina disfrazada de maestra. Siendo consecuente con lo mencionado, es necesario resaltar a John Karpinsky, quien se hace llamar “Captain Magnificent” describiéndose a sí mismo como un ilustrador excéntrico y a quien le encanta traer a la vida todo lo que su cerebro se imagina. Realiza así pues, una serie de retratos llena de arte y de una gran armonía en los colores. 




Algunas personas, al ver una imagen o escultura de la catrina expresan sentir miedo y no atreverse a tener algo así en sus casas, sin embargo, esto habla sobre una falta de cultura en la sociedad mexicana pues la relacionan directamente con la muerte olvidando su verdadero origen.  Erudición que Bertha Sandoval decidió emprender al observar que la catrina es una representante de la muerte muy mexicana y  que solo pocos extranjeros la conocían.

Creada hace 100 años, esta mujer flaca y vestida con ropas ostentosas sigue siendo vigente. Cada imagen de los artistas mencionados en el transcurso de la presente reseña, manifiestan a través de la catrina, ese imaginario popular que a lo largo de los años se ha re-contextualizado y que en base a este icono, se da a conocer sea en pinturas, murales, esculturas, atuendos e incluso en medios audiovisuales, la forma en que los Mexicanos perciben el  vivir y  la importancia de  aprovechar cada instante de la vida.